La herramienta jurídica por excelencia para reglamentar los acuerdos entre partes son los contratos.
Y los contratos no están hechos solo para las grandes empresas. De ninguna manera.
Si vos querés evitar la posibilidad de conflictos con tu socia, con tus clientes o con quienes te brindan servicios, entre otros, lo que tenés que hacer es manejarte con contratos.
¿Por qué? Porque a las palabras se las lleva el viento, a los contratos no.
Ante el conflicto, con un contrato firmado, no hay lugar para la palabra de uno contra la palabra de otro. Solo hay lugar para lo que se pactó en el contrato.
Por eso, mi recomendación, es que siempre hagas uso de los contratos para dejar en claro las pautas, las condiciones de cualquier intercambio en que tu negocio sea parte. Cuanto más claras sean esas pautas, menos lugar va a quedar para que se produzca un conflicto.
En esto de los contratos no aplica tanto el “menos es más”. En líneas generales, cuantos más detalles se tengan en cuenta y se acuerden desde el vamos, y cuanto menos quede librado al azar, mucho mejor porque así queda bien reducido el espacio para la discrepancia.
Decile SI a los contratos y deja por escrito las relaciones comerciales de tu negocio y evitate dolores de cabeza.
Yo puedo redactar tus contratos por vos,
para proteger a tu negocio.
- Contrato con proveedores de productos y servicios
- Contratos con clientes
- Contratos con colaboradores comerciales
- Contratos de alianzas o colaboraciones con marcas
- Contratos con influencers
- Términos y condiciones para la web
- Políticas de privacidad